viernes, 6 de septiembre de 2019

Alexandra Kohan: "Ya no se puede hablar de feminismo sino de feminismos".


Psicoanalista y docente de la Facultad de Psicología de la UBA.


Conversamos con Alexandra Kohan - a partir de su libro “Psicoanálisis: por una erótica contra natura” - respecto de la relación entre feminismo, psicoanálisis y sexualidad. 




Si el feminismo propone una ruptura respecto del patriarcado. ¿No se tratará a su vez de la imposición de un paradigma que reproduce aún la lógica binaria dominado- dominante?

A esta altura ya no se puede hablar de feminismo sino de feminismos. Y entre las tantas distinciones que pueden hacerse entre un sector y otro del movimiento, existe uno que, de algún modo, replicaría o reproduciría la lógica binaria dominado-dominante. Es el llamado feminismo liberal que, en palabras del manifiesto Feminismo para un 99% de Arruzza, Bhattacharya y Fraser, sería ese feminismo que busca “igualdad de oportunidades en la dominación”, aquel que “en nombre del feminismo, les pide a las personas que se muestren agradecidas de que sea una mujer, y no un hombre” la que los oprimen. Son las mujeres que buscan ocupar posiciones de poder y hacer uso de él del mismo modo en que lo hacen los hombres. Es un feminismo que tiende al elitismo y al individualismo y que se aferra a la idea siguiente: como las mujeres fuimos oprimidas tanto tiempo ahora es nuestro turno para oprimir. Son las mujeres que quieren ellas ocupar los lugares de los hombres pero para perpetuar esa lógica. Pretenden que el feminismo sea un movimiento autónomo y desprendido de otras luchas sociales. De más está decir que no es el feminismo con el que me identifico. Hay otros feminismos que, en cambio, intentan -no digo que se pueda lograr absolutamente- que no se reproduzca la lógica dominado-dominante. Pero para eso hay que estar muy atentas a nosotras mismas, a revisar las prácticas que llevamos a cabo, a cuestionarnos cada vez que ocupamos lugares de poder. Porque no es voluntario. Para eso creo que hay que tratar de no adormecerse en la tranquilidad de creer que porque uno se nombre feminista, ya lo es.



¿Considerás que algunos discursos feministas son culpabilizantes en tanto suponen cierto deber ser de las mujeres?

Hay muchos discursos actuales provenientes de algunos feminismos que son muy prescriptivos y moralistas, sí. Hay, en ese sentido, una sustitución de un manual por otro. El manual de la buena esposa es reemplazado por el manual de la buena feminista. El asunto no es tanto el contenido de esos discursos sino su enunciación prescriptiva. De esas cosas me ocupé en el libro. De cómo, al ser moralistas y prescriptivos, producen todo el tiempo que algunas mujeres se sientan en falta por no obedecer a eso que le dictan. Son discursos paternalistas y superyoicos que sí, a veces generan culpa.







En el libro afirmás que ciertas posturas dentro del feminismo pretenden retrotraer el
cuerpo pulsional al encuentro con el otro, sin que haya la intermediación de las fantasías en juego.¿Qué fantasías podrías situar como predominantes en las mujeres, hoy?

Me cuesta responder por varias razones: primero porque no hablo de los analizantes
públicamente, segundo porque no se trata de contenidos de fantasías sino de la función de la fantasía. Pero, en términos más generales, como señala Juan Ritvo, las personas se van a la cama con sus fantasías masturbatorias.



Vos decís que la lectura de Freud del síntoma histérico marca al psicoanálisis como acontecimiento: ¿Se puede pensar al feminismo actual como acontecimiento en términos psicoanalíticos?

El feminismo es un acontecimiento, sin dudas, pero no lo ubicaría en la actualidad; no hay feminismo actual sin historia del feminismo. 



¿Qué autora feminista considerás de lectura imprescindible por sus aportes al psicoanálisis?
Yo no lo pienso en términos de “aportes”, sino que pienso en autoras que no rechazan el
psicoanálisis. Que manejan una noción de sujeto, de cuerpo y de deseo que está en
consonancia con el psicoanálisis, que no rechazan el inconsciente ni la pulsión. Entonces
más que aportes yo hablaría de una interlocución posible. Ahí existe toda una constelación de autoras: Rita Segato, Judith Butler, Nancy Fraser, Camille Paglia, Virginie Despentes, Nancy Giampaolo -por mencionar tan solo algunas- y, sin dudas, Florencia Angilletta. 



Según tu opinión, ¿cuál debiera ser el lugar del analista allí donde los padres vienen a consultar con una posición tomada respecto de la identidad sexual de su niñ@?

No creo que el lugar del analista sea distinto según “el tema” o “la problemática”. En ese
sentido, no puedo pensar anticipadamente cuál sería el lugar en ese caso. Porque, además, no todos los que pasan por “lo mismo” son iguales y porque no existe, para un analista, un caso igual al otro, no hay tal “lo mismo”. Pero me permito remitirlos a una carta que la psicoanalista Carina González Monier publicó -con autorización de los padres y la niña-.Una niña que no se sentía a gusto con el uniforme de la escuela, el uniforme de mujeres, debido a que estaba experimentando cierta incomodidad, cierta inadecuación entre su cuerpo y la vestimenta. La analista la acompañó en la redacción de la carta para la Institución. La carta es una pieza que emociona y que conmueve: 
https://carigmonier.tumblr.com/post/184966239765/vamos-a-fracasar-de-la-manera-m%C3%A1s-seria-que/amp

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